Medio ambiente
- Kene Navarro
- 22 nov 2018
- 2 Min. de lectura
Lejano de limitarse a una cuestión ambiental, el fenómeno se ha convertido en un reto para la humanidad. La mayor variabilidad del clima, combinada con el aumento de la amplitud y la frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos, agrava las necesidades humanitarias en las situaciones de urgencia y provoca un estado de escasez alimentaria y estrés hídrico, así como una modificación del modo de propagación geográfica de las enfermedades. El planeta y su medio ambiente potencialmente corren peligro, debido al gran número de factores causados por el hombre, y el cambio climático podría modificar considerablemente las condiciones de viabilidad de la especie humana. En muchas partes del mundo, son cada vez más visibles las adversidades del cambio climático para las comunidades. El medio ambiente natural cumple un papel fundamental para la supervivencia de las generaciones presentes y futuras, de modo que la evolución de la humanidad depende en gran medida de su calidad y de los recursos que ofrece.
Si bien la respuesta que ésta debe dar a los problemas que plantea el cambio climático debe ser estructural y global, el componente humanitario de esa respuesta no ha de subestimarse. Los esfuerzos tendientes a limitar los efectos del cambio climático deben acompañarse de medidas de adaptación que permitan aumentar la capacidad de resistencia de las comunidades a las consecuencias inevitables de ese fenómeno. La magnitud del reto humanitario que podría representar el cambio climático sin lugar a dudas es considerable, por lo que los directivos de las organizaciones miembros del Comité Permanente entre Organismos y de su Equipo Especial Informal sobre el Cambio Climático, presidido por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), han alertado a la comunidad internacional.

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